jueves, 20 de febrero de 2014

Reto: Keep calm and read in English 2014.



Estaba yo perdiendo el tiempo tan tranquilamente esta mañana, cuando el amigo @Trotalomas ("Andanzas de un Trotalomas") me puso al corriente del reto "Keep calm and read in English 2014" que organiza @IsiOrejas en su blog From Isi. Todo esto viene a que contaba en Twitter que quiero ponerme en serio una vez más con el inglés y que iba a empezar a leer The catcher in the rye cada mañana. El reto de Isi me ha parecido una manera genial de mantener la motivación, compartir impresiones y, en general, darle a la tecla. 

La mecánica es muy simple: el reto consiste en leer y reseñar 10 o 20 libros (según la modalidad que elijas) en inglés durante 2014. Según nos cuenta su creadora, vale cualquier libro, incluidos libros por niveles. El caso es echarle ganas. 

Yo he elegido el reto de los 10 libros, porque siempre me faltan horas en el día y sé que el de 20 no podría acabarlo ni de casualidad. Conforme los vaya acabando, escribiré las reseñas. Mañana mismo empiezo con The catcher in the rye. ¿Alguien se apunta?

domingo, 9 de febrero de 2014

Setas manchegas

Este año he pasado el otoño fuera y no he podido disfrutar de la temporada de setas en Ciudad Real. Para resarcirme un poco, voy a dedicar la entrada de hoy a enseñaros algunas fotos que hice en años pasados. Aunque a los que vivís en latitudes más húmedas os pueda extrañar, lo cierto es que en esta zona crece una gran variedad de setas a poco que llueva.

Uno de los géneros mejor representados es el de las amanitas. La Amanita phalloides es bastante común en tierras de encinas, jaras y alcornoques. El verde del sombrero, las láminas blancas, el anillo y la volva la hacen inconfundible. A mí me encanta verla, creo que es una de las setas más bonitas de nuestros montes. A veces se les quedan pegados restos del velo universal, como si fuera un trozo de clara de huevo a la plancha. Contiene amatoxinas para parar un carro y está implicada en la mayoría de las intoxicaciones mortales por hongos, así que se ve pero no se toca.

Amanita phalloides.
Junto con la phalloides y la cesarea (que no he visto aún), la Amanita muscaria es la más popular de todo el género. Inconfundible su sombrero rojo con puntitos blancos. Así son antes de abrirse. Fijáos en la cantidad de setitas pequeñas que están a su alrededor y las hojas muertas de jara pringosa entre las que crece:

Amanita muscaria sin salir del cascarón.
Y aquí, una vez abierta:


Si se busca con un poco de calma, es fácil encontrar ejemplares preciosos como este:

Elegante muscaria en todo su esplendor.
Son famosos los efectos alucinógenos que provoca la intoxicación con esta seta, debido a un compuesto llamado muscimol. Sin embargo, su contenido en muscarina es bastante bajo comparado con otras especies del género Inocybe o Clitocybe. 

La Amanita pantherina (ver foto de abajo) es parecida a la muscaria; pero se diferencia fácilmente por el color marrón del sombrero. Además, es más tóxica que su prima. De cualquier forma, es preciosa.

Dos Amanita pantherina sobre una alfombra de musgo.
La Amanita citrina, que también se cría por aquí, tiene cierto parecido con la phalloides, aunque es más amarillenta tanto en la cutícula como en la carne (la carne de la phalloides es blanca) y suele tener restos del velo universal en manchitas, como la muscaria.
Amanita citrina.
Y para acabar con el género, un pequeño ejemplar de Amanita Crocea:

Amanita crocea.
Una de las cosas más curiosas que vi fue este boleto, que no soy capaz de identificar, completamente recubierto de un hongo blanquecino, como una especie de moho. Al cortarlo por la mitad se apreciaban manchas amarillas. Mirad:



En el mismo suelo abundan los Cortinarius trivialis, inconfundibles por la gelatina que recubre el sombrero y la "cortina" que muestran cuando se están abriendo.

Cortinarius trivialis.
La naturaleza nos ofrece maravillas a todas las escalas. Las pequeñas clavulinas son una de esas setas que no llaman la atención, porque son pequeñas, no se comen y no tienen la espectacularidad de sus hermanas mayores. Pero, si uno se para a mirar, descubre un ser vivo tan bello que puede medirse con quien sea. Y a las pruebas me remito:

Clavulina sp. (¿rugosa?)
¿Y qué me decís de estas Mycena seynii? Crecen en las piñas y son tan delgaditas que, cuando les da el sol, casi se transparentan.

Mycena seynii.

Mycena seynii.
Otro habitante de los pinares es la Gymnopilus spectabilis o "seta de la risa". Llegan a ser gigantescas y crecen asociadas a tocones de pino. Es poco común, y menos en estas latitudes. Provoca intoxicaciones alucinógenas.

Gymnopilus spectabilis.
Termino este pequeño recorrido con una Macrolepiota procera que crecía delante de una zarzamora. 

Macrolepiota procera.

Y abajo el making-of. Esta foto me la hicieron a traición y verla me hace reflexionar seriamente sobre mi salud mental, pero en fin...

Servidor fotografiando setas.

domingo, 2 de febrero de 2014

Un paseo por Peña Escrita.

"¡Oh vosotros, quienquiera que seáis, rústicos dioses que en este inhabitable lugar tenéis vuestra morada: oíd las quejas deste desdichado amante...!"

(Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha)


Hay quien ha querido ver en estas palabras de Don Quijote la primera referencia a las pinturas rupestres de Peña Escrita, ubicadas en el actual término municipal de Fuencaliente (Ciudad Real), en plena Sierra Madrona. Yo no sé si es verdad, pero me gusta imaginarlo. En cualquier caso, su primera descripción científica data de 1783 y se la debemos al párroco de Montoro, D. Francisco José López de Cárdenas. La memoria que escribió puede consultarse gracias a la versión digital del Instituto Cervantes.

Como es un sitio que me gusta mucho, he estado por allí esta mañana haciendo unas cuantas fotos. Para llegar hasta ellas se debe tomar la carretera N-420 y coger el desvío que hay casi a la altura de Fuencaliente. Aunque el camino está algo accidentado, creo que cualquier turismo puede acceder sin problemas. Hay tres ramales: uno hacia las "lastras", otro hacia las pinturas de "la Batanera" y un tercero hacia Peña Escrita. Se llega conduciendo hasta el pie del cerro y luego hay una breve (pero empinada) subida a pie.

Vista de Peña Escrita desde el aparcamiento.
Las pinturas están situadas en un gran farallón de cuarcita, tan expuestas a las inclemencias del tiempo que parece mentira que hayan aguantado hasta hoy. Son una de las manifestaciones de arte rupestre más modernas que se conocen, pues solo tienen entre 3000 y 5000 años (a los bisontes de Altamira se les calcula unos 14.000). Están realizadas por civilizaciones neolíticas, por gentes de la Edad del Cobre y la Edad del Bronce, que ya practicaban la agricultura y la ganadería, que conocían la cerámica y la metalurgia. 

Este arte esquemático no tiene nada que ver con el espectacular naturalismo de Lascaux o Altamira. Es una pintura simbólica, que representa conceptos cuyo significado no entendemos. Sencillamente, no sabemos traducirlas; nos falta el contexto cultural para hacerlo. Es como si nuestra civilización se extinguiera y, en el futuro, un arqueólogo que no supiese nada del cristianismo viera una cruz. La vería, pero no tendría ni idea de lo que esas dos simples líneas perpendiculares suponían para la cultura que las dibujó. Pero esto no quiere decir que no podamos hacer hipótesis.

Vista general de los paneles 1, 2 y 3 los mejor conservados.

El abrigo se divide en varios paneles con pinturas, de los cuales los mejor conservados son el 1, 2 y 3. El panel 1 o de las "paridoras" es el más emblemático y espectacular. Este nombre se debe a la abundancia de figuras femeninas con las piernas abiertas (se distinguen fácilmente de las masculinas porque los órganos sexuales de ambos están muy marcados). Bajo una de ellas hay lo que parece el dibujo de un recién nacido (nº 1 en la foto de abajo, podéis pulsar para ampliarla. Lo mismo con todas las demás), pero esta interpretación no está nada clara. 

Panel 1 o de las "paridoras".
Algunas figuras tienen una especie de antenas, que podrían ser peinados o máscaras rituales. La abundancia de parejas ha llevado a algunos investigadores a proponer que Peña Escrita pudiera ser un lugar relacionado con la fertilidad, una especie de santuario donde irían a unirse las parejas, quizá mediante algún rito parecido al matrimonio.

Panel 2.
El panel 2 es más difícil de interpretar. En la foto de abajo se pueden distinguir, de izquierda a derecha dos "ramiformes" que se han interpretado como figuras humanas, aunque yo solo le veo parecido a la de la esquina inferior izquierda. En la parte derecha hay dos antropomorfos femeninos con cabeza triangular, que pueden ser ídolos.

Ramiformes e ídolos en el panel 2.
En este mismo panel hay unos curiosos símbolos tectiformes o "peines" (ver abajo), de los cuales se ha dicho que son el dibujo de un corral, de una manada de animales (por abstracción de las patas) o incluso sistemas de cuentas. En resumen: que no tenemos ni idea. Encima de uno de ellos se puede ver un antropomorfo en forma de "pi" griega. Lo de arriba del todo es un ídolo, aunque a mí me parece un animal con cuatro patas.

Panel 2: Tectiformes, antropomorfo en "pi" e ídolo en la parte superior.
El panel 3 consta de menos figuras, pero están muy bien conservadas y parecen más familiares. De arriba abajo se puede ver una mujer dibujada de forma muy abstracta (solo se le representa por sus órganos sexuales), bajo la cual hay un animal muerto (con las patas hacia arriba). Más abajo hay una pareja de hombre y mujer, a los que acompaña un animal: seguramente el perro doméstico. Por último, un símbolo solar, de sentido religioso.

Panel 3: Mujer, animal muerto, pareja con perro y sol.
El panel 4 tiene algunas figuras mejor conservadas que otras. En general, son antropomorfos. Me llama la atención el de la foto de abajo, en la esquina superior izquierda, que parece tener una máscara o un tocado muy grande en la cabeza. Justo debajo hay un ídolo oculado (porque tiene marcados dos grandes ojos) y un símbolo solar.

Panel 4: Antropomorfos e ídolos.

Las figuras del panel 0 no son muy visibles:

Panel 0.
En el pequeño panel 0' destaca la figura esquemática de un ciervo y, justo encima, un antropomorfo masculino. No se ven muy bien, pero bueno.

Panel 0': Ciervo y antropomorfo masculino.
Las pinturas del panel 5 no son visibles debido a que, en septiembre de 1991, Tomás, Ramón y algunos de sus amigos decidieron destrozarlas.

Panel 5: La cara de Matutano encima de las pinturas.

Lo mismo ocurre con el panel 6:

Los graffitis del panel 6.
Es de vergüenza que uno de los yacimientos de arte esquemático más importantes del mundo, Monumeno Nacional desde 1924, haya sido hecho polvo de esta manera. Ahora las pinturas tienen rejas para protegerlas de nosotros mismos. No de los pastores, ni de los agricultores ni de los cazadores, ni de todas esas generaciones que han pasado por aquí y han sabido respetarlas; sino de la gente de mi generación, la gente de los años 90, la que va a la escuela y se supone alfabetizada.

Las pinturas, protegidas de los seres humanos.

Pues nada, que vayáis a verlas, que son muy bonitas, no vaya a ser que cualquier mañana nos despertemos con la noticia de que también se han cargado los otros paneles. Pasaréis un buen día en plena naturaleza.

Vistas desde peña escrita: pinares de repoblación.

Para saber más, tenéis a vuestra disposición un libro completo en PDF, lleno de ilustraciones, con todas las pinturas rupestres del Valle de Alcudia y Sierra Madrona: